Fueron Tres, un homenaje emotivo a las víctimas de la guerra

Este sábado 20 de abril, a las 7:00 p.m. y con entrada libre, el Instituto Distrital de las Artes - Idartes presenta en el Teatro El Ensueño la puesta en escena Fueron tres, obra que rinde un emotivo homenaje a las víctimas de la guerra en Colombia. En el desarrollo de la trama, los personajes Julián Mahecha, José Alfonso y los hermanos Ricardo y Aníbal Rojas relatan fragmentos de sus vidas, que están marcadas por la violencia. En estas intervenciones cuentan cómo la muerte y la guerra se han convertido en narradoras de sus historias personales

Fueron Tres es una recopilación de testimonios que revelan la brutalidad de la violencia ejercida por los grupos armados en la comunidad colombiana. La obra también desafía a la sociedad civil al cuestionar la indiferencia y estigmatización hacia las víctimas de la guerra. Para conocer más acerca de esta obra, Idartes entrevistó a Sergio Andrés Castillo Alvarado integrante del grupo Naieté Compañía Artística, quien compartió detalles sobre la construcción e inspiración y retos detrás de este proyecto.

¿Cómo fue el proceso de construcción y adaptación de los relatos personales a la dramaturgia teatral?

El proceso de adaptación sobre el relato está basado en un lugar de respeto, sobre la misma memoria que tiene cada relato. En ese orden de ideas, digamos, que las circunstancias a lo que nos invitan es a entender cómo uno se dispone para sentir empatía con esa clase de relatos y de esa manera poder hilar y construir otro tipo de convencionalidades narrativas que, por supuesto, se fundamenten en lo que pasó verídicamente, pero que nos pongan en una posición de conciencia sobre ese mismo relato, sin que se desdibuje  la línea de memoria que  tiene cada una de esas palabras.

¿Cuál es el mensaje principal que esperan transmitir al público a través de Fueron Tres?

El mensaje principal de la obra es situarnos a nosotros como seres humanos en el lugar del otro y entender que a pesar de que no vivimos en carne propia ciertas dificultades, eso no nos hace distantes a los sucesos históricos que hemos tenido que presenciar, sino que al contrario, nos edifican y nos enseñan y nos deben colocar en una posición de siempre querer mejorar a pesar de lo difícil que es hacerlo y tener un poco esa conciencia de acompañar en amor, en responsabilidad, de querer estar.

¿Qué desafíos enfrentaron al abordar temas tan sensibles y cómo creen que impactará a la audiencia?

Bueno, creo que el desafío más grande es siempre asumirlo desde el respeto, ¿sabes?, y cómo desde el lugar en el que nos toca como creadores y artistas asumimos también una posición y nos hacemos responsables de ella. Digamos, que en ese sentido, ese es el desafío más grande, cómo atender que nuestra posición tiene que ser tomada muy en serio y que desde el lugar en el que nos ponemos para contar, lo hacemos con plena conciencia de lo que estamos diciendo. Al final, creo que ese es el lugar en el que debemos estar siempre en el teatro, cómo de poder dialogar desde el punto crítico de cada uno.